La Cueva Negra del estrecho del río Quípar en la encarnación de Caravaca de la Cruz

El yacimiento de la Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar tiene aproximadamente 800.000 años de antigüedad y se han obtenido restos paleolíticos y del hombre fósil, concretamente seis piezas dentarias y fragmentos de huesos del hombre fósil europeo del tipo preneandertal u Homo heidelbergensis (nombre científico del homínido fósil que vivía en Europa hace entre 800.000 y 150.000 años en el Pleistoceno, que estaba evolucionando hacia el Hombre de Neandertal u Homo neanderthalensis). Por su parte, los restos paleolíticos de la Cueva Negra conforman un singular conjunto “achelense-levaloisomusteroide” que es el más antiguo de semejante clasificación en Europa.

ÚLTIMAS NOVEDADES

En este mes de julio han sido excavados nuevos restos paleolíticos -lascas y piezas retocadas- que reafirman las características del singular conjunto lítico “achelense-levaloisomusteroide”, definido en campañas anteriores por la coexistencia singular en los mismos estratos de las siguientes formas diferentes:

- Un hacha de mano achelense sobre un canto de caliza;

- La extracción de algunas lascas por la técnica de la talla de nódulos, típica de la secuencia levaloisense de reducción de núcleos de sílex;

- Lascas de sílex con filo tallado por retoque abrupto musteroide.

También han sido recuperados durante la campaña numerosísimos restos de los animales que fueron la base de subsistencia de los cazadores y recolectores que habitaban la cueva, desde grandes mamíferos, como rinocerontes, hasta ratas de agua, aves y tortugas. Algunos elementos encontrados este año ofrecen marcas de cortes efectuados por el hombre y también de fuego, que son indicios claros de la explotación de la Biodiversidad pretérita por el Hombre fósil. Además, diversas especies de animales, ya extintas, resaltan la gran antigüedad del yacimiento.

Durante los últimos dos años se han llevado a cabo sendos trabajos de investigación -realizados por científicos en la propia Cueva Negra y procesados posteriormente en sus laboratorios de Oxford (Inglaterra) y de Berkeley (EE.UU.)- que han aportado resultados asombrosos en relación con la definición cronológica sorprendentemente alta del depósito sedimentario que estamos excavando:

1. Nuevas fechas geofísicas, realizadas en Oxford por la metodología “OSL Stimulation” o Luminiscencia Óptica Estimulada del Sedimento definen ahora una antigüedad entre 650.000 y 900.000 años (fechas anteriores proporcionadas en 2006 ya habían indicado una antigüedad superior a 350-400.000).

2. La investigación paleomagnética indica que todos los sedimentos en la cueva tienen una antigüedad superior a 780.000 años según numerosas muestras tomadas en la cueva por el equipo de Berkeley que las ha analizado últimamente.

ESTOS NUEVOS DATOS SORPRENDENTES SITÚAN LA CUEVA NEGRA EN EL FINAL DEL PLEISTOCENO ANTIGUO

Reafirma esta antigüedad la abundancia de roedores fósiles de especies extintas que, utilizando la metodología de la Bioestratigrafía, demuestran que deben pertenecer a una época superior a 500.000 años y para las cuales son perfectamente aceptables las mencionadas fechas geofísicas (por ejemplo, la ya extinta rata de agua Mimomys savini, como también Pitymys huescarensis, Pliomys episcopalis, y la pika Prolagus calpensis). La fauna mayor también puede corresponder sin problema al período definido (el rinoceronte Stephanorhinus hemitoechus, el ciervo gigante Megaloceroides, el caballo Equus sussenbornensis, el macaco Macaca sylvanus y el bisonte Bison sp.).

SIGNIFICADO E IMPORTANCIA DEL CONJUNTO EXCAVADO PARA LA PREHISTORIA Y LA PALEOANTROPOLOGÍA EUROPEAS

Hasta la excavación de la Cueva Negra no había sido hallado en Europa un conjunto paleolítico achelense-levaloisomusteroide tan antiguo como éste, del final del Pleistoceno Antiguo, y la singularidad del yacimiento está en la presencia, además, de restos humanos fósiles de Homo heidelbergensis. También hay que resaltar el hecho de que todos y cada uno de los niveles excavados en el sedimento (que alcanza 5 metros de profundidad) ofrecen evidencias de la presencia o actividad humana de forma continua y sin interrupción. Incluso cuando hace tan sólo tres años pensábamos que el conjunto correspondía a un período de aproximadamente 500.000 años, el singular conjunto fue considerado lo suficientemente espectacular como para que el catedrático de Prehistoria Ofer Bar-Yosef, de la Universidad de Harvard -máxima autoridad internacional del Paleolítico antiguo en Medio Oriente y Eurasia- aceptara un artículo monográfico de cuarenta páginas sobre la Cueva Negra escrito por el profesor Walker y sus colegas, que ha sido publicado hace quince meses en la prestigiosa revista internacional editada por él que es Eurasian Prehistory, de la American School of Prehistory de la Universidad de Harvard (M.J.Walker, T.Rodríguez Estrella, J.S.Carrión García, M.A.Mancheño Jiménez, J-L.Schwenninger, M.López Martínez, A.López Jiménez, M.San Nicolás del Toro, M.D.Hills y T.Walkling: “Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar (Murcia, Southeast Spain): An Acheulian and Levalloiso-Mousteroid assemblage of Palaeolithic artifacts excavated in a Middle Pleistocene faunal context with hominin skeletal remains.” Eurasian Prehistory 4 (1-2): 3-43, 2006, Cambridge, Mass., EE.UU., Harvard University, Peabody Museum, American School of Prehistoric Research, ISSN 1730-8518, ISBN 8391641597).

No obstante, los últimos datos, tan sorprendentes e importantes para la Prehistoria y la Paleoantropología de nuestro continente, superan con creces la antigüedad asignada, y aún tan recientemente publicada.

En 2009 ha sido publicado un capítulo escrito por el profesor Walker en un libro de la Cambridge University Press que resalta la importancia de la complicada tecnología paleolítica de la Cueva Negra para nuestros conocimientos científicos de la evolución de la cognición humana (M.J. Walker: “Chapter 7. Long–term memory and Middle Pleistocene `Mysterians´”, pág. 75-84 en S.A. de Beaune, F.L.Coolidge y T.Wynn, eds, Cognitive Archaeology And Human Evolution. Cambridge y Nueva York, Cambridge University Press, 2009, ISBN 0521746116).

En enero de 2009 M.J.Walker presentó los resultados de los estudios sobre la Cueva Negra ante la academia nacional británica que vela por la Arqueología, que es la prestigiosa Society of Antiquaries of London, que recibió sus estatutos del rey Jorge I a principios del siglo XVIII. Asimismo hizo otra presentación en abril, en el CEMACAM de Torre Guil en Murcia, en un acto de homenaje a Darwin en el que también participaron los investigadores Camilo José Cela Conde, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, quien dirige el Centro Nacional de la Investigación de la Evolución Humana, en Burgos.

Nota técnica: En 2009 la Unión Geológica Internacional ha reformado la cronología absoluta de la época geológica del Pleistoceno, cuya base se ha fijado ahora en 2.500.000 años (antes se la consideraba en 1.800.000). Se divide en Pleistoceno ANTIGUO (2.500.000 hasta 780.000 años), MEDIO (780.000 a 130.000 años) y RECIENTE (130.000 a 10.000 años). Por acuerdo internacional los científicos han suprimido recientemente el uso de la denominación tradicional de Pleistoceno “Inferior” y “Superior” que ahora se llaman oficialmente Pleistoceno Antiguo y Reciente, pero el Pleistoceno Medio sigue intacto. Y hace 10.000 años comenzó el actual período, designado Holoceno.

LA CUEVA FUE USADA POR EL HOMBRE FÓSIL DURANTE UN CÁLIDO PERÍODO INTERGLACIAL DEL FINAL DEL PLEISTOCENO ANTIGUO HACE APROXIMADAMENTE 800.000 AÑOS

El clima es demostrado por:

1. Restos de animales prehistóricos: Elefántidos, rinoceronte, ciervo gigante, ciervo común, bisonte, uro, caballo silvestre, jabalí, cabra hispánica, macaco, hiena, oso, lobo, liebre, conejo, pika, tortuga, diversos roedores pequeños, y más de sesenta especies de aves, de las que se desprende la presencia de entornos ecológicamente variados alrededor de nuestra cueva, donde el hombre primitivo disfrutaba de la biodiversidad ofrecida por la cercanía de lagos y pantanos, bosques ribereños del valle, estepa del altiplano, laderas escarpadas de las montañas, etcétera.

2. Restos de polen fósil: El polen demuestra la presencia tanto de arbolado variado y mixto, compuesto por pino, carrasca o quejigo, coscoja, avellano, abedul, haya, olmo, sauce, arce, tejo, lentisco, madroño, palmito, olivo silvestre, enebro, hiedra y boj, como de plantas menores típicas de espacios abiertos.

Significado de los restos para la Paleoecología Humana:

Los restos de animales y plantas indican la presencia de un enclave o refugio con rasgos de una notable biodiversidad, donde plantas y animales fueron protegidos por condiciones relativamente suaves, dentro de un entorno regional sometido a la severidad del frío que predominaba durante los largos períodos glaciales del Pleistoceno Medio y que todavía hoy azota la cueva -que está a 800 metros de altura y abre hacia el norte- con temperaturas invernales bajo cero durante todo el día.

De los restos excavados se desprende que las condiciones climáticas fueron más húmedas que las actuales, con lluvias frecuentes que alimentaron el río Quípar creando un lago que probablemente estaba a un kilómetro al norte de nuestra cueva, y en donde hemos excavado huesos de patos buceadores, que necesitan aguas profundas.

Interpretación del yacimiento:

Los restos se encuentran en todos los niveles en los cinco metros de profundidad del relleno de sedimento en la cueva. Se destaca tanto la diversidad de elementos paleolíticos como el excelente estado de preservación de los restos de fauna.

La singular importancia del yacimiento para el avance del conocimiento científico radica en la triple presencia de restos:

(1) de la Paleoantropología del hombre fósil Homo heidelbergensis;

(2) de los animales y plantas que conformaron la Paleocología Humana hace 800.000 años;

(3) de dos tipos paleolíticos -achelense y levaloisomusteroide- en un solo conjunto achelense-levaloisomusteroide, que ponen de relieve el solapamiento de los supuestos Paleolítico “Antiguo” y “Medio”, en un lugar de hábitat del Pleistoceno Antiguo final del altiplano del Noroeste de la Región de Murcia.

LA CUEVA NEGRA Y LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (UMU)

La Cueva Negra resulta idónea para la preparación científica de alumnos y licenciados -tanto biólogos como arqueólogos- en la aplicación de la metodología para la investigación del Cuaternario, a la vez que ofrece información muy valiosa sobre la naturaleza y la vida cotidiana del hombre fósil. La deposición sedimentaria horizontal facilita la interpretación estratigráfica y la cercanía del río facilita la tamización del sedimento excavado por el método de lavado.

Dimensiones de la excavación y metodología:

- Área bajo excavación en la cueva: 20 metros cuadrados.

- Volumen de tierra excavada: más de sesenta metros cúbicos desde 1990.

- Profundidad máxima del relleno excavado: 5 metros.

- Excavación manual con instrumentos menores (paletín en forma de rombo, escobilla, bisturíes, etc.), con registro y documentación de los elementos encontrados; disgregación del sedimento extraído mediante lavado sobre tamices finos con agua bombeada desde el río (que discurre 40 metros más abajo de la cueva), para permitir la identificación y la recogida de los elementos más pequeños, siempre hasta 2 mm de tamaño y a veces hasta tan sólo 1 mm (p.ej. diminutos elementos de la talla del sílex y dientes de roedores).

EL ACTUAL EQUIPO NACIONAL E INTERNACIONAL

Composición del equipo de excavación en 2009:

Profesores, licenciados, alumnos y personal de Murcia:

Director: Prof. Dr. D. Michael Walker (paleoantropólogo y prehistoriador, además de médico y fisiólogo), que desde 1998 dirige el Área de Antropología Física del Departamento de Zoología y Antropología Física en la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia donde es asimilado a los catedráticos de ésta.

Codirector: D. Mariano López Martínez (arqueólogo por la Universidad de Murcia; ha colaborado durante quince años con el profesor Walker en el yacimiento).

Codirectora: Drª. Dª. María Haber Uriarte (arqueóloga por la Universidad de Salamanca, donde leyó la tesis doctoral sobre el Hombre de Neanderthal en España; afincada en Murcia desde 2004).

- D. Antonio López Jiménez (biólogo por la Universidad de Murcia; realiza la investigación doctoral sobre los roedores fósiles en el Área de Antropología Física de la Universidad de Murcia).

-D. Juan Ortega Rodrigáñez (biólogo por la Universidad Autónoma de Madrid; realiza la investigación sobre restos neandertales en el Área de Antropología Física de la Universidad de Murcia).

-D. Matías Campillo Boj (arqueólogo por la Universidad de Murcia).

- Dª. Azucena Avilés Fernández (bióloga por la Universidad de Murcia).

- Coordinador de comunicación: D. Jesús García Torres (técnico especialista en medios audiovisuales, licenciado en comunicación con especialidad audiovisual por la UCAM, máster en comunicación audiovisual y periodismo por la Universidad de Murcia).

2. Colaboradores internacionales del equipo:

2.1 Veteranos de campañas anteriores:

- Christopher Pollock, estadounidense (antropólogo y arqueólogo, doctorando de la Universidad de California en Santa Bárbara).

- Samuel Griffiths, británico, (arqueólogo por la Universidad de Reading, doctorando en la Universidad de Southampton, Reino Unido).

2.2 Nuevos miembros del equipo en 2009:

- Kellie Carlson, irlandesa, (antropóloga y arqueóloga, máster por la Universidad de Yale, EE.UU., doctoranda en la Universidad de Southampton, Reino Unido).

- Tegan Daly, escocesa (arqueóloga y máster en Osteoarqueología Humana, por la Universidad de Edimburgo, Reino Unido).

- Aileen Tierney, irlandesa (arqueóloga y máster en Osteoarqueología Humana por el University College en Cork, Irlanda).

- Nicholas Holowka, estadounidense (antropólogo por la Wesleyan University, máster en Biología Esquelética Humana por la New York University, EE.UU.).

- Tara Ingman, estadounidense (antropóloga y arqueóloga por la New York University, EE.UU.).

- Carlos Javier del Río Villaseñor, mexicano, (antropólogo físico y arqueólogo por la New York University, EE.UU.).

- James Kilpatrick, canadiense, (arqueólogo y antropólogo por la Universidad de British Columbia en Vancouver, Canadá).

- Madeleine Macks, estadounidense (alumna de Antropología y Arqueología en la University of Pennsylvania, Filadelfia, EE.UU.)

- Lorien Perchard, australiana (alumna de Antropología y Arqueología en la University of Queensland, Brisbane, Australia)

- Sydney Tuller, estadounidense (alumna de Antropología y Arqueología en la University of Arizona, Tucson, EE.UU.)

- Andrew Best, estadounidense (alumno de Antropología de la Miami University de Ohio, EE.UU.).

- Jesse Wolfhagen, estadounidense (alumno de Antropología y Arqueología en la New York University, EE.UU.)

- Winston Zack, estadounidense (alumno de Antropología y Arqueología en la University of Arizona, Tucson, EE.UU.)

- Ana María Martínez Porcel

Patrocinio y Colaboración:

- Excmo. Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz.

- Universidad de Murcia, Facultad de Biología, Departamento de Zoología y Antropología Física, Área de Antropología Física. Página web: http://www.um.es/antropfisica

- Universidad de Oxford, Depto de Física, “Research Laboratory for Archaeology and the History of Art”

- Berkeley Geochronology Center, EE.UU.

- Oulu University, Dept. of Archaeology, Finlandia.

- Se agradece la amabilidad del propietario de la cueva, D. Amancio Marsilla, que permite la excavación, además del permiso oficial expedido por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales.

Colaboradores científicos con la excavación de la Cueva Negra en diversos centros relevantes:

- Prof. Dr. D. Tomás Rodríguez Estrella (hidrogeólogo, Escuela de Ingeniería Minera, Geológica y Cartográfica, Universidad Politécnica de Cartagena)

- Prof. Dr. D. Gary Scott y Dr. D. Lluis Gibert Beotas (geólogos geofísicos, Berkeley Geochronology Center, EE.UU.)

-Prof. Dr. D. Erik Trinkaus (antropólogo, Department of Anthropology, Washington University of St. Louis, EE.UU.)

- Prof. Dr. D. Antonio Ruiz-Bustos (geólogo paleontólogo, Instituto Andaluz de las Ciencias de la Tierra, Universidad de Granada)

- Prof. Dr. D. José Sebastián Carrión García (paleopalinólogo, Departamento de Botánica y Biología Vegetal, Universidad de Murcia, Facultad de Biología)

- Prof. Dr. D. Jean-Luc Schwenninger (arqueólogo, Research Laboratory for Archaeology and the History of Art, Departmento de Física, Universidad de Oxford)

- Prof. Dr. D. Milton Núñez Gilabert (geólogo y arqueólogo, Departamento de Arqueología, Universidad de Oulu, Finlandia)

- Prof. Dr. Alistair Pike (Laboratorio de Torio-Uranio, Departamento de Arqueología, Universidad de Bristol)

- Prof. Dr. Joao Zilhao (catedrático de Arqueología del Paleolítico, Departamento de Arqueología, Universidad de Bristol)

- Prof. Dr. D. Miguel Ángel Mancheño Jiménez (geólogo, Departamento de Química Agrícola, Edafología y Geología, Universidad de Murcia)

- Prof. Dr. D. Derek Roe (catedrático emérito de Arqueología del Paleolítico y exDirector del “Donald Baden-Powell” Quaternary Research Centre del “Pitt-Rivers” Museum de la Universidad de Oxford).

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