La Misa Pontifical oficiada por el Nuncio Monteiro de Castro congrega a mil personas

Los niños de los Bandos Moro, Cristiano y Caballos del Vino han participado esta mañana en el Gran Desfile Infantil que recorre la Gran Vía de Caravaca

La Solemne Misa Pontifical se ha iniciado a las diez y media de la mañana en la Iglesia Parroquial de El Salvador, donde han acudido más de mil personas, entre las cuales se encontraban las principales autoridades de la ciudad. El Nuncio Monseñor Monteiro de Castro ha oficiado la eucaristía y ha compartido el altar con otros sacerdotes, como el capellán de la Basílica Santuario de la Stma. y Vera Cruz, el párroco de El Salvador, y otros presbíteros de Canadá y Polonia. El coro ‘Ciudad de Cehegín’ se ha encargado de poner el toque melódico a una misa en la que la Stma. y Vera Cruz ha sido la protagonista, tras su traslado procesional hasta El Salvador en la noche de ayer.

Al comienzo de la homilía, el Nuncio, de origen portugués, ha manifestado su alegría por haber sido invitado a la ciudad. Monteiro de Castro también se ha dirigido a los asistentes para trasladarles la bendición en nombre de Benedicto XXI, a quien, según ha señalado, tiene el honor de representar en España.

Numerosos peregrinos llegados de países como Argentina, La India e Inglaterra, escuchaban con atención las palabras del Nuncio y se han emocionado al finalizar la eucaristía, cuando ha llegado el momento de adorar a la Stma. y Vera Cruz. Todos los asistentes, que abarrotaban la Iglesia de El Salvador, deseaban besar a la Patrona, por lo que el ritual se ha alargado hasta pasadas las doce del mediodía.

Gran Desfile Infantil

En la plaza Elíptica se concentraban, a las doce y media, cientos de niños ataviados con los trajes de moros, cristianos y caballistas, para participar en el Desfile Infantil. El pasacalles se ha iniciado con puntualidad y siguiendo el orden preestablecido, por lo que las más pequeñas de la cábila mora Abul-Khatar han encabezado el mismo. Sus trajes rojos con adornos en dorado brillaban mientras las niñas atravesaban la Gran Vía. Los sultanes moros infantiles, Julián Medina y Carmen Carreño, han galopado en sus caballos detrás de las distintas agrupaciones.

Tras los moros, ha llegado el turno de los caballistas, niños de todas las edades vestidos de blanco impoluto con fajín y pañuelo rojo en el cuello. La Amazona Infantil, Andrea Romero ha saludado desde su equino a las personas que disfrutaban del desfile desde las tribunas. Lo más destacable del grupo caballista ha sido el momento en que decenas de niños han corrido agarrados a sus ponys, imitando a los caballistas adultos que compitieron ayer en la carrera.

El Bando Cristiano ha estado muy bien representado por los niños de las diferentes agrupaciones, como los del San Jorge o los de la Orden de Santiago. Los Infantes de Castilla, Miriam Rosa y Pedro José López Revelles, que además son hermanos, han mostrado sus preciosas capas a todos los asistentes. Los niños que desfilaban de Templarios han puesto punto y final a un desfile lleno de color y de emoción, sobre todo por parte de los padres y madres de los pequeños festeros.

Parlamento y Baño de la Cruz

Esta tarde, sobre las seis, los Bandos Moro y Cristiano iniciarán la procesión desde la Parroquia de El Salvador hasta llegar al Templete. Tras estos grupos, los Armados portarán a la Stma. y Vera Cruz bien escoltada hasta la cuesta que lleva su nombre, bien escoltada y con la presencia de las autoridades de la ciudad y del Hermano Mayor de la Cofradía, José Luis Castillo. En ese momento comenzará el Parlamento entre el Sultán Moro y el Rey Cristiano, una disputa entre ambos utilizando la dialéctica y, siendo imposible entenderse con diálogo, lucharán en una batalla. Es sólo un simulacro, pero las espadas de los moros y de los cristianos chocan de forma que el ambiente recuerda a épocas de cruentas guerras.

El Baño de la Cruz y la Bendición de las Aguas, tendrá lugar justo al finalizar el Parlamento, alrededor de las nueve de la noche. Con este ritual, el más antiguo de todos los que conforman el festejo caravaqueño, los agricultores esperan que las aguas benditas les reporten un buen año de cosechas. El desfile de moros y cristianos continuará hasta la medianoche.

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