La muralla del Castillo de Caravaca recuperará su estado original gracias a las obras financiadas con 400.000 euros

Actualmente se trabaja en la reparación de los problemas de humedad y la reposición de faltas de elementos pétreos para mejorar el estado de la estructura

Las obras de conservación, consolidación y restauración de las murallas del Castillo de la Cruz devolverán a los lienzos y torreones su imagen y estado original, con la reparación de los problemas humedad y la reposición de las faltas de elementos pétreos.

Tal y como ha informado el concejal responsable de Urbanismo, Enrique Fuentes, tras el montaje de andamiaje necesario, las obras han dado comienzo, con un presupuesto global de 400.000 euros, de los cuales el 30,6% lo aporta el Ayuntamiento de Caravaca y la cantidad restante el Ministerio de Fomento, a través de su programa 1,5% Cultural para proyectos de conservación del Patrimonio Histórico Español.

Durante las próximas semanas se va a intervenir en diversas localizaciones interiores y exteriores del recinto amurallado, integrado en el conjunto monumental del Castillo de Caravaca de la Cruz, declarado Bien de Interés Cultural. Las actuaciones previstas están orientadas a mejorar las condiciones generales de la estructura, restituyendo sus condiciones originales, sin introducir aportaciones de nuevo diseño ni alterar la imagen. Los principales objetivos son conservar el recinto en el mejor estado posible y dotarlo de mayor seguridad y accesibilidad.

En la práctica totalidad de las torres o lienzos de la muralla se aprecian pérdidas de material de juntas entre sillares e incluso pérdidas puntuales de elementos pétreos, lo que ha favorecido a lo largo de los años la entrada de agua de lluvia y la acumulación de restos. Las causas del deterioro de la muralla son la contaminación y la acción de los agentes atmosféricos, sobre todo en la parte norte del recinto, donde se favorece la persistencia de la humedad que ha ocasionado manchas visibles en la estructura y un riesgo potencial de desprendimiento.

Uno de los aspectos importantes de esta obra es la instalación de nuevo sistema de recogida de aguas pluviales, que minimice el volumen de las que se infiltran desde el terreno hacia las murallas. Esto se conseguirá por medio de una red de canaletas, aprovechando la pendiente existente, que conduzca el agua hasta su salida a la red exterior a través de la portada.

Igualmente se contemplan otras actuaciones relacionadas con la seguridad, con la colocación de elementos de protección en zonas con riesgo de caídas, sobre todo en las zonas de entrada a los aljibes y escaleras de acceso a las torres.

El recinto amurallado del Castillo

El recinto amurallado del Castillo de Caravaca de la Cruz tiene orígenes islámicos (siglos X y XI), si bien gran parte de las murallas se inician en el siglo XIII y se reconstruyen hasta bien entrado el XIX. Presenta una planta poligonal e irregular, adaptándose a la morfología del terreno.

Constructivamente, se levanta a base de muros de piedra de mampostería, con las partes más nobles (ventanas, puertas, torres y esquinas) utilizando piedra sillar y 14 torreones de distintas formas y tamaños, entre los que destaca la Torre del Homenaje o Torre Chacona, incrustada en el interior del Santuario.

La entrada al recinto amurallado se realiza por una sola puerta, protegida por dos torreones cuadrados, desde donde se pueden observar los escudos del comendador templario Suárez de Figueroa. A la lado el baluarte, construido a comienzos del XIX, con motivo de la Guerra de la Independencia.

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