El PP muestra su interés por el futuro de la Residencia de Ancianos de Caravaca y destaca su labor social

El diputado popular Víctor Martínez-Carrasco ha visitado el centro para conocer sus necesidades y qué intervención necesitan las instalaciones para adaptarlas a la normativa actual

El diputado del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea Regional Víctor Martínez-Carrasco, acompañado por el portavoz del Grupo Municipal en Caravaca, José Francisco García, ha visitado la Residencia Santísima Cruz de Caravaca que gestionan las Hermanitas de Ancianos para interesarse por la labor que allí se realiza y para conocer de primera mano la reforma que requieren las instalaciones para adaptar el edificio a la normativa actual.

Víctor Martínez-Carrasco y José Francisco García han sido recibidos por la madre superiora de la congregación, la madre Josefa Failbe González, quien ha explicado que un total de diez religiosas cuidan de más de 140 ancianos con la ayuda de los 47 trabajadores que prestan sus servicios en el centro. El diputado ha manifestado que "de todos es conocida la extraordinaria labor que desarrollan en este centro en beneficio de los vecinos más desfavorecidos de nuestro municipio", y ha recordado la disminución de la aportación municipal a la residencia en este ejercicio presupuestario, que ha pasado de 42.000 euros el pasado año a 18.000 euros. Martínez-Carrasco ha explicado que "se ha solicitado a la dirección del centro una información detallada de sus necesidades más urgentes para explorar nuevas vías de financiación que posibiliten la sostenibilidad de la residencia y su normal funcionamiento muchos años más". Esta información será trasladada a la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

El actual inmueble, ubicado en el paraje de Mayrena, vino a sustituir hace unos 40 años al anterior, el que la comunidad tuvo en Caravaca desde su llegada en 1884, junto a la iglesia de la Concepción y el Templete. El edificio necesita una serie de actuaciones y mejoras para adaptarlo a la normativa actual y seguir ofreciendo un servicio de calidad a los ancianos. "Con las aportaciones públicas y los donativos podemos atender el pago de los salarios y poco más. Podemos vivir pero no tenemos para restaurar el edificio", ha explicado la madre superiora.

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